Uno de los mayores atractivos de los fondos marinos son los pecios, tanto por su historia como por la gran cantidad de vida que albergan. En Tenerife tenemos la suerte de contar con varios de estos tesoros sumergidos que se han convertido en puntos de especial interés para los buceadores.
La situación estratégica de las islas ha hecho que se conviertan en un importante punto de paso para multitud de embarcaciones. Esto, unido al fuerte oleaje y a unas costas rocosas, ha creado la ecuación perfecta para que algunos de estos navíos terminaran convertidos en esculturas submarinas.
Algunos de los pecios más conocidos en Tenerife son:
El Peñón
El Peñón es la demostración de que no todos los barcos hundidos cuentan con trágicas historias tras de sí. En el año 2006 se hundió expresamente frente a la costa de Tabaiba para hacer funciones de arrecife artificial.
Actualmente se encuentre entre los 18 y los 30 metros de profundidad. Además, es una de las embarcaciones hundidas que mejor se conserva en el fondo de los mares.
Debido a su cercanía a nuestro centro de buceo y a su gran conservación, El Peñón es sin duda el pecio que más visitamos. Además, siempre nos sorprende con su gran cantidad de vida marina.
En el curso Advanced OWD se incluye una inmersión en el pecio de Tabaiba!
Westburn
El Westburn, también conocido como Carbonero, fue un buque de vapor británico que se hundió en el año 1916. Actualmente podemos disfrutar de la imagen que desprenden sus 100 metros de eslora frente a la playa de las Gaviotas, a 30 metros de profundidad.
Este barco había sido capturado por la Marina de Guerra Alemana durante el transcurso de la 1ª Guerra Mundial. Para evitar que fuera recuperado por los aliados, fue dinamitado y hundido.
El Coronel
Inicialmente, El Coronel era un barco de pesca de fabricación rusa que, tras un tiempo sin actividad, fue transformado para realizar diferentes trabajos para la empresa Celso Fariña, S.L.
Se hundió en el año 2003 mientras llevaba a cabo trabajos de medición. Actualmente se encuentra en torno a los 15 metros de profundidad en el Puerto de la Cruz. No obstante, las fuertes corrientes lo están erosionando a gran velocidad.
El Condesito
El Condesito es otro de los buques de vapor que se encuentran en el fondo marino.
Este carguero se encargaba de transportar cemento y, en uno de sus itinerarios habituales, chocó contra las rocas en la Punta de Rasca en el año 1973.
Todos sus restos se pueden encontrar distribuidos entre los 10 y los 20 metros de profundidad.
Es importante recordar que los pecios pueden resultar peligrosos a la hora de bucear en ellos, provocando cortes, picaduras o incluso, si penetras en ellos, sufriendo desprendimientos y disminuyendo la visibilidad. Debido a estos riesgos, actualmente no se puede acceder al interior de un barco sin la titulación adecuada como PADI Wreck Diver.